Hay veces en que la personalidad de las bandas de rock se ven
superadas, incluso ampliamente superadas, por la de alguno de sus
miembros.
Ese es el caso del grupo irlandés U2 cuyo cantante Bono es tan conocido o más que el grupo.
Su implicación en el activismo político le ha hecho popular incluso donde no llegan sus canciones.
Por eso, no es raro verle junto a jefes de estado como Bill
Clinton o Juan Pablo II e, incluso, se le pudo escuchar dirigiéndose a
la Asamblea de Naciones Unidas.
Hombre apasionado al que se define como “cantante, poeta, activista y
creyente”, Paul Hewson, más conocido como Bono, nació en Dublin el 10
de mayo de 1960.
Con 16 años, Bono respondió al anuncio colgado por un compañero de
instituto reclamando gente interesada en formar un grupo de rock.
La cita fue en la cocina del convocante, que no era otro que el que
luego sería batería de U2, y en ella quedó constituido el grupo.
Bautizados con el nombre del “avión espía” norteamericano de la
guerra fría, en cuatro años ya tenían un álbum en la calle y en otros
tres “War”, un éxito mundial, en el que estaba este “Domingo sangriento”
que escuchamos.
Ya en el 87, llegó “The Joshua Tree”, su álbum definitivo.
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