No lo tuvo fácil Ian Dury. No sólo le tocó vivir la dura posguerra de
su Inglaterra natal, sino que la poliomelitis que sufrió a los siete
años le dejó duras secuelas en una de sus piernas.
Pero era un
luchador dispuesto a superar todas las barreras y a pelear por ello.
Después del Instituto estudió Bellas Artes y, tras graduarse, comenzó a
estudiar pintura en el Royal College of Art de Canterbury.
Sin embargo, en 1970, con 28 años, abandonó sus aspiraciones de
triunfar en la pintura, colgo los pinceles y formó su primera banda de
rock & roll mientras trabajaba como profesor.
En cuatro años, Dury comienza a tener sus fans y uno de ellos decide
convertirse en su manager y consigue un contrato discográfico para su
banda. El pub-rock en que se encuadraba el álbum que consiguen grabar
estaba en declive y, tras fracasar, Dury decide recomenzar solo.
Consigue un contrato con la Stiff que reúne otra banda para
promocionar su primer disco y nacen los Bloickheads con los que consigue
llegar a las listas de éxitos.
Aunque Dury no llega a despegar en el Reino Unido, las compañías
norteamericanas se interesan por su música y comienzan a distribuirla en
los Estados Unidos.
Su figura se hace popular en las televisiones y empieza a ser llamado
como actor por directores como Polansky o Greenaway. También escribe
“jingles” para los anuncios de la TV británica. Todo parece ir bien y,
sin embargo, está librando una dura batalla.
En 1998, el mismo fin de semana en que cumple 56 años decide hacer
público que padece un cáncer de colon diagnosticado cuatro años antes. Y
lo hace para dar ánimos a quienes están en su misma situación.
Finalmente, el 27 de marzo del 2000, el luchador sucumbió al cáncer.
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